David Ricardo desarrolló esta teoría del comercio internacional basada en la ventaja comparativa y la especialización, dos conceptos que rompieron con el mercantilismo, el cual era hasta entonces la doctrina dominante. Introdujo esta teoría por primera vez en su libro “On the Principles of Political Economy and Taxation” (Sobre los principios de la economía política y los impuestos), publicado en 1817. Ricardo usa un simple ejemplo numérico relacionado con el comercio entre Inglaterra y Portugal de la siguiente manera:
Digamos que los costes por unidad de tela (T) y vino (V) producidos por Inglaterra (I) y Portugal (P) son los representados en la figura adyacente. Aunque Portugal posee una ventaja absoluta en la producción de vino y tela, Inglaterra posee una ventaja comparativa en la producción de tela.
Debido a esta ventaja, ambos países se benefician del comercio internacional. Esto puede verse usando la caja de Edgeworth:
Sin comercio internacional, cada país solo sería capaz de producir (y por tanto de consumir) cualquier cantidad de vino y tela dentro o sobre su frontera de posibilidades de producción (verde para Inglaterra y roja para Portugal). Por ejemplo, el punto E no puede ser alcanzado por ninguno de estos países, ya que esta fuera de la frontera de ambos países.
Sin embargo el punto E puede ser alcanzando a través del comercio.
Portugal se especializaría en vino, que es relativamente más barato de producir. Esto es, Portugal se beneficia al producir más vino del que consume para intercambiarlo por tela, ya que la producción de tela sería más costosa que la producción del vino exportado. Por la misma razón Inglaterra se especializaría en tela. Portugal produciría solo vino, consumiendo Cv y exportando Xv a Inglaterra, mientras que Inglaterra produciría únicamente tela, consumiendo Ct y exportando Xt a Portugal.
Como resultado del comercio, el punto E sería alcanzable, definiendo la línea de relación de intercambio, que muestra cuan grandes son las ganancias derivadas del comercio. Cuanto más lejos de la frontera de posibilidades de producción, mejores son los términos del comercio, y por tanto las ganancias del comercio son mayores también.
Las implicaciones de esta teoría fueron inmensas, ya que significó un avance en la ciencia económica, especialmente debido a la contribución del principio de la ventaja comparativa.
Sin embargo, esta teoría no está libre de defectos, como algunos críticos señalan. John Stuart Mill se preocupó por la demanda recíproca, ya que argumentaba que no era necesariamente cierto que oferta y demanda entre países se cumpliera. Además, aunque la teoría de la ventaja comparativa de Ricardo puede mostrar los límites dentro de los cuales el equilibrio debe estar, no explica cómo determinar los términos del comercio y por tanto el precio de los bienes. No obstante, como Jagdish N. Bhagwati señaló en su artículo “The Pure Theory Of International Trade: A Survey” (Teoría pura del comercio internacional: una interpretación), publicado en 1964, este modelo debía ser analizado desde un punto de vista normativo, ya que no ayuda a demostrar la proposición de bienestar de que el comercio es beneficioso.