La ilusión monetaria hace referencia a la situación en la que un aumento del ingreso nominal puede generar el pensamiento equivocado de que una persona ha aumentado su poder adquisitivo real, cuando en realidad existe una erosión monetaria debido a que la inflación puede disminuir el poder adquisitivo en términos reales. La ilusión monetaria es un tema psicológico que resulta del hecho de que la gente piense en términos nominales en lugar de reales.
Este término fue popularizado por J.M. Keynes aunque fue originalmente acuñado por Irving Fisher en su obra “The Money Illusion” (La ilusión del dinero) de 1928, mientras trataba las diferencias entre agregados monetarios reales y nominales.
En relación con la curva de Philips, la ilusión monetaria ayuda a sostener su teoría ya que los trabajadores percibirán sus salarios en términos nominales. Cuando los trabajadores piensan de este modo, no demandan un aumento en su salario para compensar la inflación y por tanto los costes de contratación para las empresas son menores. Por tanto, cuanto mayor sea la inflación, más trabajadores pueden ser contratados y de ahí la relación de la curva de Philips.
Sin embargo, economistas como Milton Friedman y Edmund Phelps creían que la ilusión monetaria solo era posible en el corto plazo, ya que no podría ser mantenida constantemente debido las expectativas adaptativas. Esto es por lo que se desarrolló la curva de Philips de expectativas aumentadas.