En la teoría internacional del comercio se dice que un país posee ventaja absoluta en la producción de un bien con respecto a otro país cuando el primero puede producir más unidades de este bien con menos recursos. Esta teoría reduce a ratios de productividad la explicación del comercio exterior: mientras que un país pueda producir mayor cantidad con menos factores, este no comerciará tal bien.
Veamos esto con un ejemplo. Digamos que Inglaterra usa 10 unidades de trabajo para producir 1 metro de tela y 12 unidades de trabajo para producir 1 botella de vino, mientras Portugal emplea 14 unidades de trabajo para producir 1 metro de tela y 8 para producir 1 botella de vino. Como se puede ver en la figura adyacente, Inglaterra posee una ventaja absoluta en la producción de tela, mientras Portugal posee ventaja absoluta en la producción de vino. Por lo tanto, Inglaterra producirá ropa y comerciará el vino con Portugal.
Bajo esta teoría, para que exista comercio entre dos naciones, ninguna de las los dos habrá de tener ventaja absoluta sobre todos los bienes. Si un país tiene ventaja sobre todos los bienes o sobre ninguno, no existirá ninguna clase de comercio internacional ya que los países no obtendrían beneficios de este. Sin embargo, en el primer caso esto sería debido a una falta de interés por parte del país de comerciar con el resto del mundo, mientras que en el segundo caso la causa sería la contraria.
Adam Smith es considerado el padre de esta teoría debido a su artículo “An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations” (Estudio sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones”, publicado en 1776, donde solo consideraba el trabajo como factor productivo.
En oposición a esta teoría, la teoría de la ventaja comparativa fue desarrollada por David Ricardo. Según esta teoría, incluso si un país no posee ventaja absoluta puede poseer ventaja comparativa y por tanto el comercio tendrá lugar. Mientras la ventaja absoluta implica que uno de los países sea mejor en la producción de un bien, la ventaja comparativa hace referencia al coste de oportunidad que existe para un país en la producción de un determinado bien en lugar de producir otro.