La discriminación de precios de segundo grado, o fijación de precios no lineal, implica fijar el precio en base a la cantidad comprada, en un intento por capturar parte del excedente del consumidor. Los ingresos conseguidos de esta forma por la empresa tendrán una función no lineal. La empresa aplicará una estrategia de venta al por mayor con mayores descuentos por mayores cantidades vendidas, y los consumidores escogerán el bloque que mejor les convenga.
Como vemos en la figura adyacente, un monopolio podrá implementar este tipo de discriminación de precios a un consumidor determinado mediante la oferta de descuentos por mayor cantidad comprada. Hay que tener en cuenta que d corresponde a la curva de demanda del consumidor. Al ofrecer un precio menor, p2, por la cantidad q2, el monopolio es capaz de obtener parte del excedente del consumidor. Este tipo de discriminación de precios funciona de forma similar a una tarifa en dos partes. Sin embrago, en este caso, el monopolio no cobra un precio de entrada, si no que viene incluida en parte del descuento del precio que ofrece al consumidor.