Summary
Existe una relación entre inflación y desempleo que se puede analizar fácilmente. Los gobiernos de todo el mundo toman muy en serio esta relación, ya que siempre habrá una solución de compromiso en la aplicación de las políticas económicas. A pesar de que esta relación fue analizada por primera vez por Alban William Housego Phillips en 1958, desde entonces ha evolucionado, teniendo en cuenta las expectativas de adaptación y racional.Desarrollos tempranos:
- Curva de Phillips
- Tasa natural de desempleo
- NAIRU
Visión monetarista:
Visión de NMC:
En 1958, A.W.Phillips escribió un artículo en la revista Economica (London School of Economics) titulado “The Relation Between Unemployment and the Rate of Change of Money Wage Rates in the United Kingdom, 1861-1957” (La relación entre desempleo y el cambio en salarios monetarios en Reino Unido, 1861-1957). Analizando datos sobre los salarios monetarios y las tasas de desempleo en el Reino Unido, Phillips obtuvo una curva mostrando una relación inversa entre las dos variables anteriores. Cabe mencionar que Irving Fisher ya había anticipado la existencia de una relación entre el nivel de precios y el desempleo en su artículo “A statistical Relation between Unemployment and Price Changes” (Una relación estadística entre el desempleo y cambios en los precios), de 1926, que posteriormente fue retitulado de manera más acertada como “I Discovered the Phillips Curve” (Yo descubrí la curva de Phillips). La curva de Phillips ha evolucionado en línea con nuevos estudios empíricos y es ampliamente conocida hoy en día a pesar de haber sido criticada en numerosas ocasiones.
En su artículo, Phillips dibujó una curva mostrando la relación inversa entre la tasa de variación de los salarios monetarios, como cambio porcentual anual (), y la tasa de desempleo (U).
Dos cosas deben ser resaltadas: el punto donde la curva cruza el eje de abscisas, y el hecho de que el eje de ordenadas actúe como una asíntota. La importancia del punto de cruce en la abscisa (en torno al 5,5%) reside en que esa es la tasa de desempleo que una economía con cero incrementos salariales tendría. Este punto recibe el nombre de tasa natural de desempleo o tasa de desempleo no aceleradora de la inflación (NAIRU por sus siglas en inglés). En cuento a la asíntota, como el autor destacó, no había datos de cambios mayores en las tasas salariales, ni de tasas de desempleo menores. Por tanto se puede concluir que el desempleo no puede decrecer por debajo de cierto nivel.
Dos años más tarde, Richard G. Lipsey publicaría un artículo en la misma revista ampliando la matemática sobre la que yace el significado de la curva, además de ampliar la investigación de Phillips realizando numerosos test econométricos.
También en 1960, Paul A. Samuelson and Robert M. Solow, en su “Analytical Aspects of Anti-Inflation Policy” (Aspectos analíticos de la política anti-inflacionaria), estudiaron una relación similar, en este caso con datos estadounidenses. Aunque usaron inflación () en lugar de tasa de cambio salarial, llegaron a conclusiones similares. A pesar de que la curva pueda parecer diferente por la escala usada, la tasa de desempleo en la estabilidad de precios es la misma que para la estabilidad de salarios (5,5%) y parece no haber modo alguno de disminuir el desempleo más allá de un límite (en torno al 1%).
Fue en este artículo donde la curva de Phillips fue considerada un “menú” entre el cual poder elegir. Es decir, en cuanto a la elaboración de políticas, los gobiernos serían capaces de escoger entre un bajo desempleo con una alta inflación o viceversa. Sin embargo, como los autores resaltaron, este menú debía ser usado solo en el corto plazo ya que algunas políticas o eventos económicos podrían cambiar la forma de la curva en el largo plazo.
A mediados de los cincuenta y hasta final de los sesenta, la hipótesis de las expectativas adaptativas se hizo popular, especialmente por los trabajos de Phillip Cagan y Milton Friedman. Esta hipótesis permanecería casi incuestionada hasta final de los sesenta, principio de los setenta, cuando el economista Robert Lucas (entre otros) trajo a la luz la hipótesis de las expectativas racionales, basada en previos trabajos de J. F. Muth.