La teoría de la paridad del poder adquisitivo (también conocida como PPA) afirma que una unidad de cualquier divisa debería ser capaz de adquirir la misma cantidad de bienes en todos los países. En el largo plazo esta teoría puede explicar el comportamiento de los tipos de cambio.
La base de la teoría es la ley del precio único. Este principio afirma que un producto debería ser vendido al mismo precio en todos los mercados, de otra forma existiría un arbitraje y este devolvería los precios a un punto donde volvieran a ser iguales.
Al usar esta teoría podemos concluir que, en el largo plazo, los tipos de cambio reales son constates a lo largo del tiempo. Contrariamente, los tipos nominales dependen del nivel de precios en ambos países. Sin embargo, en el mundo real, los tipos de cambio fluctúan no solo debido a cambios en el nivel de precios: la teoría de la paridad del poder adquisitivo tiene restricciones. Estas limitaciones son principalmente que algunos productos no son fácilmente comercializables, e incluso si lo fueran, algunos bienes no son perfectos substitutos si son producidos en diferentes lugares.