Robert Emerson Lucas, Jr., nacido en 1937, es un economista estadounidense y profesor de la universidad de Chicago. Para muchos, Lucas es probablemente uno de los economistas más notables de todos los tiempos y uno de los más influyentes desde finales de 1970. En el año 1995 ganó el Premio Nobel de Economía por su desarrollo y utilización de la hipótesis de las expectativas racionales, que ha transformado el análisis macroeconómico.
Robert Lucas es una de las principales figuras de la nueva macroeconomía clásica, que desafía el enfoque de la economía keynesiana que previamente dominaba la teoría macroeconómica. Podemos datar la aparición de la nueva macroeconomía clásica al trabajo de Lucas realizado en 1973, “Some International Evidence on Output-Inflation Tradeoffs” (Alguna evidencia internacional del compromiso entre producción e inflación). Lucas construye modelos macroeconómicos utilizando fundamentos microeconómicos tales como el equilibrio de mercado y la optimización de los agentes económicos. Analiza la economía partiendo de un equilibrio dinámico con ciclos económicos.
Ha trabajado en las implicaciones de las expectativas racionales, y formuló su propia función de oferta en la que la producción agregada durante un período determinado depende de las expectativas de precios basados en la información disponible al final de ese período. De hecho, estas ideas, que se muestran en el artículo de Robert Lucas titulado “Expectations and the Neutrality of Money” (Las expectativas y la neutralidad del dinero) de 1972, en el que utilizó la parábola de la isla de Edmund Phelps (aunque aplicando expectativas racionales), dieron un fuerte significado al uso de expectativas racionales en el análisis de la macroeconomía.
El influyente artículo de Lucas, “Econometric Policy Evaluation: A Critique” (Evaluación de la econométrica de la política: una crítica) de 1976, tuvo un efecto profundo en el modelado de políticas económicas, y la econometría en general. Lucas destaca la implicación de que los parámetros pueden cambiar cuando la política cambia, lo que se opone a la visión anterior en la que los parámetros fueron pensados como estructurales sin importar los cambios en la política económica. Esto se conoce como la crítica de Lucas.