La paradoja de Ellsberg fue desarrollada por Daniel Ellsberg en su artículo “Risk, Ambiguity, and the Savage Axioms “ (Riesgo, ambigüedad y los axiomas de Savage), publicado en 1961. Se refiere a la teoría de la probabilidad subjetiva, que no sigue la teoría de la utilidad esperada y confirma la anterior formulación de Keynes en 1921. Esta paradoja se explica generalmente con el siguiente experimento (puedes probarlo por ti mismo):
A un individuo se le dice que una urna contiene 90 bolas de las cuales se sabe que 30 son rojas y las 60 restantes son o negras o amarillas. Se le pide elegir entre las siguientes apuestas:
Apuesta A: – $100 si la bola es roja
Apuesta B: – $100 si la bola es negra
Y entre las siguientes:
Apuesta C: – $100 si la bola no es negra
Apuesta D: – $100 si la bola no es roja
En la mayoría de los casos las personas elegirán A sobre B y D sobre C. Se piensa que apostar a favor o contra la información conocida (bola roja) es más seguro que apostar a favor o en contra de lo desconocido (bola negra). Sin embargo, estas preferencias de resultado resultan en una violación del principio cosa cierta, que requeriría el orden de A a B para ser preservados en C a D.
Podemos derivar una serie de conclusiones a partir de esa paradoja. En primer lugar, la apariencia de una ruptura en el axioma de independencia, puesto que ciertos elementos comunes son considerados en ambas apuestas. En segundo lugar, cómo los individuos son reacios a jugar en juegos complejos, lo que muestra su aversión a la ambigüedad. Esta declaración se refiere también a la última conclusión que considera el efecto de la separación. Las decisiones se posponen hasta disponer de información, aunque esta información no puede tener una influencia en nuestra decisión final.