El paradigma de estructura, conducta, resultado (ECR) es usado como un marco analítico para establecer relaciones entre la estructura de mercado, la conducta de este y sus resultados. Fue desarrollado en 1959 por Joe S. Bain Jr. quien lo describió en su libro “Industrial Organization” (Organización industrial). El paradigma ECR es considerado un pilar de la teoría de la organización industrial y ha sido, desde su concepción, un punto de partida al analizar los mercados y las industrias, no solo en economía, sino también en campos como la gestión empresarial y el control de gestión. Por ejemplo, el punto troncal de los trabajos de Michael E. Porter sobre la competencia está basado en premisas que derivan de este paradigma.
Siguiendo el razonamiento del paradigma, los resultados de una industria (que podrían ser considerados como los beneficios potenciales para los consumidores y la sociedad como un todo) están determinados por la conducta de las empresas dentro de las fronteras de esta industria, que de hecho depende de la estructura del mercado.
Elementos del paradigma
-Estructura: aquel conjunto de variables que son relativamente estables a lo largo del tiempo y afectan al comportamiento de compradores y vendedores. El modo en que los mercados fallan en seguir una competencia perfecta depende básicamente de: el grado de concentración de la oferta, concentración de la demanda, diferenciación del producto y las barreras de entrada. Además, la estructura del mercado siempre será determinada por la naturaleza del producto y la tecnología disponible.
-Conducta: el modo en que los compradores y vendedores se comportan, entre ambos grupos y dentro de los mismos. Las empresas eligen su propia estrategia, inversión en investigación, en desarrollo, niveles de marketing, colusiones, etc.
-Resultados: son medidos comparando los resultados de la empresa con los del resto de la industria en términos de eficiencia, y diferentes ratios son usados para valorar el grado de rentabilidad. Las variables consideradas a este nivel son tales como precio, cantidad, calidad de producto, distribución de recursos, eficiencia de producción, etc.
El comportamiento dinámico de los compradores vendedores tiene un efecto en los mercados, haciéndolos más difíciles de predecir y de establecer estructuras fijas. Las dificultades surgen al tratar de explicar el paradigma y esto es debido a la escasez de datos y a las múltiples definiciones y extensiones de mercados. En realidad, el principal problema al usar esta metodología para analizar un mercado es la dificultad de definir los límites y fronteras de una industria.
Como implicaciones de todo esto, en cuanto a políticas económicas, la escuela de Harvard reconoce el poder de mercado como peligroso y establece una relación entre el ratio de concentración y los efectos perjudiciales sobre el bienestar social.