Summary
El análisis de las estructuras de mercado es de gran importancia cuando se estudia la microeconomía. Cómo se comportará el mercado, dependiendo del número de compradores o vendedores, sus dimensiones, la existencia de barreras de entrada y salida, etc. determinará cómo se alcanza un equilibrio. A pesar de que las estructuras de mercado fueron analizadas minuciosamente por economistas de principios del siglo XX, su estudio se remonta a economistas como Antoine Cournot, Alfred Marshall o incluso Adam Smith.Competencia perfecta:
Competencia imperfecta:
Poder del comprador:
Duopolio (del griego “duo”, dos, y “polein”, vender) es un tipo de oligopolio. Este tipo de mercado de competencia imperfecta está caracterizado por tener únicamente dos empresas produciendo un bien homogéneo. Con el propósito de simplificar, los oligopolios se suelen estudiar analizando duopolios. Las estrategias que siguen las empresas y la interacción entre ambas son aspectos claves de esta estructura de mercado.
En los duopolios existen dos variables de interés: el precio de venta que cada empresa establece, y la cantidad producida del bien. Se han desarrollado múltiples modelos durante la historia, entre los que hay que destacar los de Cournot, Stackelberg, Bertrand y la solución de Edgeworth. Los dos primeros modelos buscan optimizar la cantidad óptima que la empresa tendría que producir. Ambos modelos tienen conclusiones diferentes debido a que parten de hipótesis iniciales diferentes. Con el tiempo, y como contemplan los modelos de Bertrand y Edgeworth, el enfoque cambió hacia cual sería el precio de venta óptimo al que la empresa debe fijar sus productos para maximizar los beneficios.
Existen también otras perspectivas en el análisis de los duopolios, que usan la teoría de juegos. Mientras que los modelos de Antoine Cournot y Joseph Bertrand están basados en juegos simultáneos, el modelo de Heinrich von Stackelberg sigue un patrón de juego secuencial.
En el mundo real, las empresas interaccionan entre si y tienen que considerar los potenciales efectos negativos que una guerra de precios puede reportarles a largo plazo. Edward Chamberlin sugirió que en un mercado oligopolísta, las empresas reconocerían rápidamente su interdependencia y mantendrían precios monopolísticos sin implicar una colusión entre ellas, pero que daría el mismo punto de equilibrio como resultado.
El equilibrio de la colusión se mantendrá siempre y cuando las empresas encuentren beneficioso mantener dicha colusión. En el momento en el que una de las empresas crea que puede conseguir mayores beneficios con una desviación del acuerdo, así lo hará.