La cuenta de capital es uno de los componentes de la balanza de pagos. Esta cuenta refleja principalmente transacciones exteriores netas de capital. Cuando un país incurre en un déficit sobre la cuenta corriente, este necesita ser financiado con capital procedente del exterior, es decir, la cuenta de capital ha de presentar un superávit. Lo contrario ocurre cuando la cuenta corriente posee un superávit provocando una salida de capital hacia otros países. Como se expone en la sexta edición del Manual de Balanza de Pagos publicado por el Fondo Monetario Internacional, “en las cuentas internacionales, la cuenta de capital muestra 1) las transferencias de capital por cobrar y por pagar entre residentes y no residentes y 2) la adquisición y disposición de activos no financieros no producidos entre residentes y no residentes”.
En otras palabras, la cuenta de capital muestra las adquisiciones y ventas de activos no producidos y no financieros como la venta de terrenos y licencias; y las transferencias de capital (cuando una partida aporta recursos de capital sin recibir ninguna contrapartida a cambio). La tabla inferior, sacada del Manual de Balanza de Pagos, muestra un esquema de la cuenta de capital.